Anoche, mientras estaba tumbada en la cama mirando la pantalla del ordenador (estaba viendo un capítulo de anime) de repente oigo cómo algo cae desde lo alto del armario, en ese momento pensé, bueno, ya lo recogeré mañana cuando me levante.
Pues cual fue mi sorpresa que, volví a oir un ruido y, entonces, fue cuando me levanté de la cama y, al asomarme por el hueco que hay entre la mesa y el armario, ví un enorme saltamontes en la parte trasera del ordenador.
Fui al comedor, donde estaba mi hermana Laura y, le dije que por favor me ayudara a coger al saltamontes. Cuando volvimos a la habitación, apagué el ordenador para evitar males mayores (todos los cables estaba por esa zona), y nos dispusimos a emprender nuestra gran hazaña: "Capturar vivo al saltamontes".
Cuando nos pusimos manos a la obra, nos llegó el primer susto, cuando Laura fue a ver si podía sacar al saltamontes de esa zona cableada, el susodicho propinó un salto que nos pusimos a chillar las dos del susto, a mí empezó a darme un repelús increíble, y eso que a mí lo único que me da verdaderamente asco son las cucarachas.
La odisea contra el saltamontes duró unos 15 ó 20 minutos, cada vez que queríamos cogerlo, siempre nos daba el susto saltando. Al final, mi hermana Laura cogió un trapo de cocina, se lo tiró por encima y lo cogió dejando al saltamontes dentro, en ese momento se cayó el saltamontes y, como no, derechito a donde estaba mi ropa. Cuando ví eso pensé: "ufff, como se haya metido entre más de una prenda esta noche me parece que duermo en el comedor, jeje."
A todo esto, los perros, que estaban conmigo en la cama en el momento de la aparición del saltamontes, los tenías, a los dos, en un extremo de la cama porque estaban completamente asustados.
Al final, el saltamontes cayó al suelo y yo, toda desesperada le dí con el trapo para que no saltara otra vez. Cuando fuí a cogerlo con la escoba y el recogedor volvió a hacer el amago de saltar y ya, se me cruzaron los cables y le empecé a dar golpes al suelo con el recogedor, por lo que, nuestra intención de capturarlo vivo fue un fracaso total.
Las dos estábamos histéricas porque nos empezó a dar mucho asco, mientras que mi hermana intentaba capturarlo yo procuraba sacarle una foto (el trabajo duro para ella, yo dirigiendo el cotarro, jeje) hasta que llegué con la fuerza bruta y entonces ganamos la batalla.