Páginas

miércoles, 10 de junio de 2009

Laura, mi brujita particular

Bueno de Laura qué decir, pues....cuando vivíamos juntas en Murcia compartíamos habitación, realmente nos lo pasábamos bien juntas. Ella dormía en la litera de abajo y yo en la de arriba y, por las noches, ella se sentaba en la mesa apoyando los pies en la mesilla de noche y yo, acostada, charlábamos y nos contábamos cosas.

De pequeñas teníamos una tradición que consistía en dormir juntas la noche de Reyes y, la primera que se despertara, tenía que despertar a la otra porque los Reyes Magos habían llegado y teníamos que ir a ver qué regalos nos habían traído. Recuerdo un año en concreto en el que nos despertamos a las 6 de la mañana y, como no podíamos dormir de los nervios y las ansias de querer ver los regalos, nos pusimos a recordar cosas graciosas y a contarnos chistes. Montamos un escándalo increíble hasta que, mis padres, tuvieron que decirnos que nos calláramos, jejeje.



Cuando mi hermana Laura decidió ir a Valencia a estudiar, la eché mucho de menos, desde ese momento, ella no ha vuelto a casa, al contrario, empezó a forjarse su propio futuro y comenzó a luchar por sí misma para conseguir sus metas.

Es un ejemplo de perseverancia y superación. Las decisiones que ha ido tomando a lo largo de su vida la han hecho ser cada día más y más fuerte, aunque, por supuesto, todos tenemos nuestros momentos de bajón en los que pensamos que todo lo que hemos hecho y hemos decidido no ha servido para nada pero, yo estoy segura, de que esas decisiones que ha ido tomando a lo largo del camino que ha recorrido, son las mejores.

Siempre ha tenido muy claro lo que ha querido y ha luchado para conseguirlo. La quiero muchísimo y, aunque hemos estado mucho tiempo separadas y nos ha costado volver a ser las que éramos cuando estábamos juntas, en estos dos últimos años que he estado a su lado aquí en Barcelona, han conseguido que volvamos a ser las hermanas que éramos, por supuesto, con nuestras diferencias, pero no hemos dejado de ser las de siempre.

Lo ha pasado mal, como todos, y lo ha superado todo poco a poco y con voluntad. Ahora puedo decir que ella es feliz, tiene una pareja que la quiere con locura, que la apoya en todo lo que puede y que siempre está ahí para lo que haga falta. Es feliz a su lado y para mí es lo más importante.

Sólo le pido a Dios que la cuide como hasta ahora lo ha hecho, que no le ponga las cosas demasiado difíciles y que la ayude a alcanzar todas sus metas porque es una mujer que se lo merece.

En los momentos en los que yo lo he pasado mal, aun estando lejos, siempre he notado que ha estado a mi lado, a veces no entendía mis decisiones o mis actos, pero incluso cuando pensaba que me estaba equivocando, ella me ha apoyado y me ha dado su consuelo. Creo que si no hubiera estado ahí, me hubiera faltado algo para poder superar esos momentos tan malos que he pasado y que, a veces, aún están presentes en el día de hoy.

Laura, quiero darte las gracias por todo lo que has hecho, lo que harás y por estar siempre conmigo en los malos momentos y en los buenos momentos. Lucha por tus ilusiones y por favor, jamás cambies. Sé fuerte y lucha por lo que quieres como lo has hecho hasta ahora.
Te quiero mucho Lauri.

No hay comentarios:

Publicar un comentario