Páginas

martes, 23 de junio de 2009

Raffting

Una de las experiencias más increíbles de mi vida fue hace tres años, cuando mi hermana me propuso pasar unos días en una casa rural en Ainsa y, la verdad, es que no me arrepiento nada de haber ido (aunque en esos momentos yo vivía en Murcia).

Estuvimos 4 días disfrutando de aquel paraje y, por supuesto, íbamos a disfrutar de un par de actividades, una de ellas era conducir un quad y la otra era, hacer raffting (no se si se escribe así, pero bueno, es inglés de Murcia, jejeje).

Realmente aquí hablaré de la experiencia con el río, jeje. Cuando llegamos allí, lo primero que tienes que hacer es ponerte el traje de neopreno, no he visto en mi vida un traje tan difícil de ponerse, dios, menudos tirones le daba yo para ponérmelo y no había manera, eso sí, una vez puesto, todos juntos parecíamos la familia de “Los increíbles” jejeje.




Después te dan un casco, si, pareces la hormiga atómica, y por supuesto, un chaleco salvavidas. Más tarde, después de haber jugado un poco con una manguera y habernos mojado un poquito, nos subimos en un coche para desplazarnos hasta el punto en donde estaban las barcas y los remos.

Cuando llegamos allí, nos dan un remo a cada uno y nos explican un poco cómo tenemos que hacer las cosas para ir bien en la barca, cómo recoger el remo si se te cae y por supuesto, cómo debes ponerte en el agua si te caes de la barca.

Al principio vas un poco con miedo, pero, una vez que te haces, y le coges el tranquillo, te lo pasas bomba. La primera etapa de la bajada era en el río sin haber demasiados rápidos, aunque el monitor siempre nos conducía hacia los lugares donde podíamos saltar y donde podíamos pillar los remolinos de agua.


Cuando pasamos la primera parte del recorrido, nos hicieron descansar en un lugar y de paso, una compañera de mi barca se había hecho daño en la rodilla y tuvo que dejarnos, cuando nos recuperamos del “cansancio”, nos cambiaron al monitor y entonces nos dijeron que la parte que íbamos a hacer ahora era algo más peligrosa que la anterior. En todo momento nos acompañó un experto en una piragua de esas para una sola persona y el monitor nos dijo que si nos caíamos o perdíamos el remo, que esperáramos a que el piragüísta nos ayudara.

En resumen la experiencia fue increíble. El subidón de adrenalina fue genial y cuando pueda, quiero volver a repetir esa experiencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario