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lunes, 11 de mayo de 2009

Mi madre

Bueno, de mi madre también podría decir infinidad de cosas pero, como dije antes, tendré que resumir lo que tengo que decir de ella.

Siempre ha soportado mis travesuras, bueno, también las de mis hermanas jeje, aún recuerdo aquella travesura en la que mis hermanas y yo estábamos jugando a hacer pompas de jabón en casa y mi madre, al salir de la habitación, porque estábamos "demasiado tranquilas", fue a ver qué estábamos haciendo con tal mala suerte, que pisó un charco de agua que habíamos dejado en el suelo y se pegó el trompazo del siglo.

Me ha apoyado en los momentos malos, hemos disfrutados juntas de los momentos buenos, puedo decir de ella que no sólo es mi madre, también es mi amiga y mi confidente. Nos hemos ido de fiesta juntas, si si, ahí donde lo veis nos hemos ido de discoteca juntas, jeje.

Me ha dado consejos muy útiles cuando los he necesitado, me ha enseñado a ser mejor persona, junto con mi padre, me ha enseñado a valorar las cosas y disfrutar en familia de todo lo bueno que tenemos.

Siempre que tengo un mal momento, ahora que estamos lejos, la llamo, hablamos y, aunque sólo sea para que me escuche mis penas y preocupaciones, está ahí para cuando la necesito.
Mi madre y mi abuela


Ha compartido conmigo buenos momentos y, por supuesto, malos momentos. En un día que se suponía especial en mi vida, quise demostrarle lo mucho que la quería y lo mucho que valoraba el que estuviera siempre ahí, delante de casi 250 personas, le regalé un magnífico ramo de rosas, me encantó y me llegó al corazón ver cómo se emocionaba por recibir tal muestra de cariño.

Cuando estuve ingresada durante una semana en el Hospital, ella no se separó de mí en ningún momento, estábamos a 50 km. de su casa y, aunque le dijeron que se podía ir a casa, ella no se separó de mí. Mamá, te lo agradezco con todo mi corazón.

Hemos sufrido juntas esas curas que duraron tanto tiempo y que nos hicieron sufrir a las dos, a mí por lo dolorosas que eran y a ella por ver que no podía hacer nada por aliviarme ese horrible dolor.

Cuando era más joven, (aún sigo siéndolo y el que diga lo contrario le doy una paliza, jejeje), si tenía alguna duda me ha dado buenos consejos, ha intentado por todos los medios a su alcance que estuviera bien.

Nunca se ha alejado de mí, con sus palabras y acciones ha hecho que sea yo, me ha enseñado a ser paciente (aunque no os lo creais mi paciencia brillaba por su ausencia) y también me ha enseñado a controlar este carácter mío que a veces me traiciona.

Sabe perfectamente cómo soy, lo que tiene que hacer y decir para que no pierda los nervios, ella siempre ha dicho que soy una persona con "arrancadas de caballo y paradas de burro" y qué razón tiene.

Quiero darte las gracias por estar siempre ahí, por no dejarme nunca sola en los momentos en los que lo he pasado mal, (sobre todo en todas las ocasiones que he estado ingresada y que tú has sido la persona que ha estado en vela toda la noche por si necesitaba algo), gracias por estar también en los buenos momentos, esos momentos de risas y alegrías.

Eres una bellísima persona, pocas como tú existen en la faz de la Tierra y te pido que sigas así, que estés siempre feliz. También te has alojado en una parte de mi corazón y te puedo asegurar que jamás dejaré que salgas de ahí. Siempre estás conmigo y siempre lo estarás.

Te quiero mucho mamá.

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