Como ya comenté, había un espacio reservado para las videoconsolas. En la planta 1 se pusieron distintas consolas para que los asistentes pudieran jugar a distintos juegos, había uno de lucha (de combates entre jugadores), otro de coches, y el mario cars (este es el único del que me se el nombre). Lo siento, soy muy mala para recordar los nombres de los juegos.
Se organizaron torneos en los distintos juegos que pusieron, iba por rondas, mi cuñado Pedro se apuntó al torneo del juego de coches (le encantan este tipo de juegos). Nunca había jugado al juego, aunque se lo había comprado la tarde anterior, pero no había jugado aún y, para nuestra sorpresa, quedó el segundo con sólo una diferencia del primero de dos segundos, para no haber jugado nunca al juego quedó en muy buena posición, no quiero ni imaginar cómo habría quedado si se hubiera conocido un poco el juego.
Los cinco finalistas del torneo.
En fin, estaba tan contento que, para celebrar la posición en la que había quedado, en cuanto vio a los "niños de relleno" que daban abrazos, no se cortó un pelo y se fue directo a abrazar a uno de ellos.
No es de extrañar su reacción, me gustó ver lo contento que estaba y, por supuesto, lo bien que se lo estaba pasando.
Como no me gusta que las entradas sean excesivamente largas, seguiré contando más cosas en las próximas.
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